Las 70 semanas de Daniel
Resumen
Las 70 semanas de Daniel son continuas, sin interrupción; en cada versículo de la profecía de Daniel 9:24-27 se trata de Cristo, no del Anticristo.
Daniel 9:24-27 24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia eterna, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; la plaza volverá a ser edificada, y el muro, en tiempos angustiosos.
26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo del príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra las asolaciones están determinadas.
27 Y por una semana confirmará el pacto con muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Y sobre ala de abominaciones devastadoras, hasta que la destrucción firmemente decidida se derrame sobre lo devastado [o: el devastador].
Dn 9:27b: Texto bíblico/Traducción adaptada (literalmente) al texto original hebreo

Breve resumen
(más explicaciones están en preparación)
Daniel 9:24-27 es un pasaje clave en la profecía bíblica - ¡una profecía grandiosa sobre el Mesías, Jesucristo! Muchos profetas del Antiguo Testamento (AT) habían profetizado sobre el Mesías venidero, pero solo Daniel profetizó sobre cuándo vendría Jesucristo por primera vez. Lo profetizó exactamente 483 años antes de que sucediera (Daniel 9:2):
- el año de la primera aparición pública de Jesús
- y el año de su crucifixión
Daniel usa para sus datos de tiempo "semanas". La palabra hebrea para "semana" ("shabua", pronunciada "shavua") significa "siete" o "un periodo de siete" y se traduce en el AT siempre con "semana". El consenso general al respecto es, que el término "semana" aquí en Daniel significa "7 años" y no "7 días", lo que sería muy corto para el cumplimiento de la profecía. Por ello una semana debe ser entendida como una "semana de años", es decir siete años.
La profecía se refiere por 70 semanas, es decir 490 años, a Israel y Jerusalén. Estas se componen de
- 7 semanas hasta la restauración de Jerusalén
- 62 semanas hasta que llega el Mesías y después es erradicado
- 1 semana, en cuya mitad es abolido el sacrificio (semana 70)
En cada uno de los 4 versículos de Daniel 9:24-27 es Jesucristo el centro y el cumplimiento. Los versículos están estrechamente relacionados:
En el versículo 24 se explica cuál es el objetivo de las 70 semanas (=70x7, es decir 490 años) con Israel y Jerusalén:
- para poner fin a la transgresión
- y poner fin a los pecados
- y expiar la iniquidad
- y para traer una justicia eterna
- y para sellar la visión y los profetas
- y para ungir un lugar santísimo.
Todo esto se cumplió con la crucifixión de Jesús en el Gólgota, cuando entregó su vida por cada uno de nosotros, para que todo aquel, que en él crea, reciba perdón de los pecados y justificación ante Dios.
Pero incluso aquí la doctrina del pre-arrebatamiento o dispensacionalismo contradice esto:
De acuerdo a la doctrina del arrebatamiento antes de la tribulación el versículo 24 no se cumple con la primera venida del Señor, sino apenas mucho más tarde, con la segunda venida visible. La base del todavía futuro cumplimiento fue ya puesta en el Gólgota. La razón de por qué no se ha cumplido, tiene que ver con que las 70 semanas no se desarrollan continuamente y sin interrupciones, sino que después de la semana 69 existe una interrupción (un vacío) de ya aprox. 2.000 años. Después, con el arrebatamiento, inicia la semana 70, esto es, los 7 años de tribulación.
En el versículo 25 se menciona el tiempo de la aparición pública del Mesías: 69 semanas (es decir, 69x7=483 años) después de la palabra de reconstruir a Jerusalén. Esta palabra solo se puede referir al edicto de Ciro. Ese edicto marca un cambio para el pueblo de Israel.
Tal como Jeremías ya había predicho, Juda iría a ser llevado a Babilonia por causa de su idolatría (Jeremías 25:1-11 / Jeremías 29:10). Nabucodonosor conquistó Jerusalén y se llevó a Daniel y sus amigos a Babilonia (Daniel 1:1-4). Este primer exilio (le siguieron 5 más) marcó el principio de los 70 años de cautiverio babilónico. 20 años más tarde fue entonces destruida Jerusalén y el templo.
Cuando los 70 años se habían cumplido, Ciro conquistó Babilonia (2 Crónicas 36:17-23). Después, en el primer año de su regencia mundial, Ciro, el rey de Medo Persia, decretó un edicto, por medio del cual los judíos deportados podían regresar a su tierra y dio la orden de que la ciudad de Jerusalén y el templo fueran reconstruidos, tal como Dios lo había predicho claramente por medio del profeta Isaías (Is 44:28 / Is 45:1.13):
Isaías 44:28 que dice de Ciro: Él es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serán echados tus cimientos.
Este es el inicio de las 69 semanas (y así el inicio de las 70 semanas).
El fin de la semana 69 se cumplió con el bautismo del Señor Jesús, cuando fue ungido con el Espíritu Santo (Lucas 4:18 / Hechos 10:38) e inició su ministerio público. Este punto en el tiempo es descrito con extrema exactitud y con especificaciones históricas detalladas sobre los regentes en Lucas 3:1-2:
Lucas 3:1-2 1 Y en el año quince del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,
2 siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
En el versículo 26 se explica que el Mesías es eliminado después de ello, lo que se cumplió cuando los judíos entregan a Jesucristo a Pilatos para su crucifixión. Como consecuencia del rechazo y el asesinato del Mesías los romanos debían destruir la ciudad de Jerusalén y el templo, lo que sucedió bajo el comandante Tito en el año 70 d.C.
Las guerras y la desolación deben permanecer hasta el fin, lo que habla en contra de la reconstrucción del templo.
También en el versículo 27 se trata del Mesías. Él va a fortalecer el pacto, por 7 años. Esto tiene que ver con el pacto de Abraham, al pacto de la Ley y el Nuevo Pacto.
A la mitad de la semana 70, es decir tres y medio años después de su bautismo en el Jordán, hace el Señor que los sacrificios terminen, al ofrecer en la cruz en el Gólgota un mejor sacrificio, a sí mismo (véase también el versículo 26). La cortina en el templo se rasgó de arriba a abajo, con lo cual Dios mostraba, que los sacrificios ya no eran necesarios (sin embargo, se siguieron haciendo hasta la destrucción del templo).
Es generalmente aceptado que el ministerio del Señor duró tres y medio años. Esto equivale a la primera mitad de la semana 70.
El final de la semana 70 va hasta los Hechos de los Apóstoles y podría haberse cumplido con la lapidación de Esteban (Hechos 7) o la conversión de Cornelio (Hechos 10).
El versículo 27 habla, como el pasado versículo 26, de destrucción, es decir, horrores devastadores. Esto se refiere a la destrucción del templo y Jerusalén (70 d.C.).
La abominación desoladora a la que se refiere el Señor en Mateo 24:15 (y Marcos 13:14), podría significar lo siguiente:
- el águila legionaria (véase arriba en el versículo 27 la palabra "ala"), el más importante signum (tipo de enseña) de los ejércitos romanos
- el hecho, de que la ciudad santa fuera rodeada por los incrédulos (Lucas 21:20).
- la toma del templo por los Zelotes durante el asedio romano (y la guerra civil).
Pero con la introducción de la nueva doctrina – la doctrina pre-arrebatamiento de Darby (aprox. 1.830 d.C.) – se interpreta Dn 9:27 completamente diferente: La semana 70 sigue siendo futura. Aquí se trata del Anticristo y no de Jesucristo. El Anticristo va a cerrar un pacto/tratado de paz con Israel por 7 años. A la mitad de los 7 años va a romper el pacto y acabar con los sacrificios que fueron introducidos de nuevo en el futuro tercer templo en Jerusalén, al sentarse en el templo y establecer allí una imagen abominable de sí mismo.
El vacío entre la semana 69 y la 70 (ver gráfica arriba) es la época de la Iglesia. La semana 69 finaliza con la entrada de Jesús el domingo de ramos – 5 días antes de la crucifixión. Así, el reloj profético para Israel permanece quieto desde la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén – y apenas 2.000 años más tarde volverá a hacer tic tac, inmediatamente después del arrebatamiento (al cual sucede antes de la tribulación).
----> Mientras tanto la interrupción se ha vuelto 4 veces más larga que la profecía de los 490 años, es decir aproximadamente 2.000 años. Pero del texto bíblico no se deja deducir una interrupción. Finalmente, tampoco hay una interrupción entre la semana 7 y la 62.
----> Y contradice el contexto y la línea del texto, si en el versículo 27 de pronto el foco está en el Anticristo en vez de en Cristo.
----> De acuerdo al dispensacionalismo la crucifixión de Jesús NO se ubica dentro de las 70 semanas de Israel, sino dentro del gran vacío de ya 2.000 años entre la semana 69 y la 70.
----> ¿Entonces la eliminación de los sacrificios por medio del Cordero de Dios no hace parte del programa profético con Israel? A pesar de que el versículo 24 si dice que con las 70 semanas se trata de ponerle fin a los pecados y de expiar la injusticia:
Juan 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
1 Juan 4:10 En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Hebreos 10:14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Hebreos 10:18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
----> además, no es el Anticristo el que cierra un pacto con Israel, sino Cristo, quién fortalece un pacto. Pues el verbo que usualmente se utiliza para cerrar un pacto, en hebreo karath = cortar, no figura en este versículo.
¿Error en la cronología? - Comentario sobre los años (gráfica arriba)
La mayoría de comentaristas de la Biblia sitúan el año de la crucifixión de Jesús en el 30 d.C. Si de ahí le restamos los 3 y ½ años del ministerio público del Señor, nos da el año 26 d.C. para el bautismo de Jesús. Al calcular desde esa fecha hacia atrás las 69 semanas (483 años), nos da el año 457 a.C. para el edicto de Ciro.
Pero, de acuerdo a la cronología extrabíblica común – aceptada por casi todos los comentaristas bíblicos – el año del edicto (1er año) de Ciro no es el 457 a.C. sino en 538 a.C., es decir, cerca de 80 años antes. Esa cronología se basa en el "Canon de los Reyes", una lista de reyes desde el 747 a.C. hasta el 30 a.C., establecida por Ptolomeo en el 2do año d.C.
A causa del cálculo/de la cronología ptolomeica, muchos de los comentaristas bíblicos no colocan el inicio de las 70 semanas de Daniel en el año del edicto de Ciro, sino en el del permiso de regreso otorgado a Nehemías en el año 20 del rey persa Artajerjes.
Sin embargo, existen razones bíblicas de peso por las cuales la cronología ptolomeica no pueden corresponder con la Biblia, p.ej.:
De los 22 jefes de los sacerdotes que regresaron con Zorobabel del cautiverio babilónico a Judá (Nehemías 12:1-9), 15 firmaron el pacto con Nehemías (Neh 10:1-14). Pero esto sucedió por lo menos 93 años después.
Si se va de la premisa de que los jefes tenían al regreso en el tiempo de Zorobabel por lo menos 40 años de edad (de lo contrario difícilmente hubieran sido jefes) … entonces, al tiempo de Nehemías, tendrían ya por lo menos 40+93 = 133 años de edad, lo cual no es realista.
Más explicaciones al respecto y más argumentos siguen en un punto más tarde.